Gran parte de la investigación que hoy día se lleva a cabo sobre el mundo natural tiende a apartar de Dios la mente del hombre. Sin embargo, no existe una fuente más confiable para el entendimiento de las ciencias naturales que la iluminación del Espíritu Santo sobre la Palabra de Dios. En Génesis se establece el origen de todo lo que se estudia en las ciencias. Los salmistas utilizan la naturaleza para incitarnos a alabar a Dios. Isaías nos lleva a considerar que pertenecemos a Dios por derecho de creación. Cristo se relaciona con el mundo creado por ser su Creador con Dios. Pablo y otros escritores del Nuevo Testamento nos presentan una perspectiva apropiada del mundo natural. Casi todos los libros de la Biblia contienen información sobre el mundo físico, de manera que no debemos sorprendernos de que exista una perspectiva bíblica de la ciencia.

Contenido

• Prefacio
• 1. ¿Es la Biblia un manual de ciencias?
• 2. ¿Qué dice la Biblia acerca del origen del mundo natural?
• 3. Fundamento bíblico de un mundo previsible
• 4. La ciencia y los milagros
• 5. La Palabra de Dios y las limitaciones del hombre
• 6. Analogías naturales y espirituales
• 7. La ciencia y la ética bíblica
• 8. Directrices bíblicas para la enseñanza de las ciencias
• 9. La ecología y la Biblia
• 10. La Biblia y la física
• 11. La Biblia y la biología
• 12. El final de la ciencia